


¿Por qué no apruebo el examen práctico (V)?
Nueva semana, nuevo capítulo que no se pueden perder si quieren aprobar el examen práctico. En esta ocasión, nos centraremos en los cambios de sentido, la parada y el estacionamiento. ¿Preparados? Cambio de sentido Observación: Si vamos a cambiar de sentido y no observamos el tráfico, ya sea delante, detrás o lateralmente, tendremos una falta leve. Señalización: Estarás cometiendo una falta leve en los siguientes supuestos: No poner los indicadores o ponerlos al contrario; poner el intermitente demasiado pronto o en el último momento y, también, no quitarlos cuando hayamos cambiado el sentido, en función de la duración. Selección de lugar: Al elegir el lugar podemos cometer tres tipos de errores; el leve si lo hacemos en un lugar prohibido por norma, una deficiente si además de estar prohibido por norma, obstaculizamos, y una eliminatoria si lo prohíbe una señal de la que hacemos caso omiso. Ejecución: nuestra falta será leve si realizamos hacia atrás un movimiento más de lo necesario en función del espacio o bordeamos fuertemente el bordillo sin llegar a subirlo. Obstaculizar con nuestra maniobra o realizar dos movimientos más hacia atrás de los necesarios será deficiente. Si tenemos que hacer 3 o más movimientos de los necesarios, nuestro examen estará suspendido (eliminatoria). Parada y estacionamiento Llegados a este punto, y para aquellos que aún encuentran dudas, debemos parar. Antes que nada; ¿qué es parar? Parar se refiere a meter el vehículo de frente, ya sea el línea recta o en batería, mientras que con estacionamiento estamos utilizando la marcha atrás, excepto cuando sea en diagonal (para lo que tendríamos que usar el sentido contrario). Observación...
¿Por qué no apruebo el examen práctico (IV)?
Una semana más, y después del parón para hablarles de la amaxofobia, volvemos con consejos para que el examen práctico de conducir concluya con resultado satisfactorio. Conoce bien los errores para así, ¡no cometerlos!. Intersecciones Observación: es imprescindible que, aunque tengamos preferencia, miremos a los lados de la intersección, así como delante y detrás. Asimismo, debemos observar la señalización presente en la vía; si no lo hacemos, tendremos una falta LEVE. Señalización: en este ámbito, podemos cosechar una leve si omitimos la señal reglamentaria o señalizamos sin la suficiente antelación o al contrario. Hacerlo con mucha antelación se sanciona igual y no mantenerla o quitarla una vez realizada la maniobra, también. Posición: es sancionable con falta LEVE no llevar la posición adecuada para o durante el franqueo del a interección. Si además obstaculizas, se tratará de una deficiente. Será eliminatoria si circulas por sentido contrario, dejando a la derecha refugios, isletas el centro de la glorieta o dispositivos de guía. Velocidad: Ir demasiado lento es causa de falta leve, así como franquear el cruce a velocidad inadecuada para las condiciones de la intersección. Si pasamos por dicha intersección no acelerando con decisión será deficiente y hacerlo a una velocidad excesiva, eliminatoria. Detención: A la hora de detenernos, podremos también cometer tres tipos de falta: LEVE: si hacemos una detención inadecuada, súbita ante un semáforo en intervalo rojo, amarillo, stop o ceda al paso por no haber valorado y actuado con suficiente antelación. El mismo fallo tendrás si te detienes antes de llegar a la posición de entrada sin alcanzar la zona de máxima visibilidad posible. DEFICIENTE: una...
Amaxofobia: qué es y cómo acabo con ella
Alguna vez habrás oído a alguien decir que se bloqua delante del volante. No es algo pasajero; se trata de amaxofobia, un miedo que provoca ansiedad y hace que dejes de conducir. Y es que no es una broma; en España, el 22% de los conductores sufre ansiedad al conducir, muchos de los cuales acaban dejando de coger el coche para evitar desajustes nerviosos. Esta enfermedad, la amoxofobia, condiciona el día a día y las condiciones de vida de muchas personas. Por suerte, como la mayoría de las fobias, tiene solución. ¿Qué es y cuáles son sus causas? Partamos de su definición, que afirma que se trata de una «fobia específica de carácter situacional que se produce antes y durante la conducción, y que puede afectar a otros niveles. No se trata únicamente de una desconfianza a la conducción propia, sino que puede estar motivada por el temor a los comportamientos de otros conductores”, explica el psicólogo especialista en la materia Ignacio Calvo. Las causas pueden ser varias y pueden ir desde el simple hecho de que no te guste conducir hasta el miedo a que una enfermedad nos achaque y nos imposibilite hacerlo en condiciones. Es por ello por lo que expertos aseguran que no se trata sólo de una enfermedad que nace a raíz de algún accidente, como hasta ahora se ha falsamente comentado. Habitualmente, es la combinación de múltiples factores la que nos acaba generando esta ansiedad Yo, que conduzco habitualmente, ¿la puedo sufrir? Ninguno estamos libres de que, en alguna ocasión, nos llegue. El perfil general son mujeres de más de 40 años, aunque son...
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