


Nervios y volante: ¿por qué nos transformamos al conducir?
Está más que probado: todos, por muy tranquilos que seamos, alguna vez hemos perdido los nervios al volante. Un toque de agresividad, improperios nunca antes dichos… ¿por qué nos pasa esto al conducir? Primero que nada, no te asustes: no te pasa a ti solo. Las encuestas dicen que el 25% de los conductores es peligroso por impulsivo, estresado o competitivo. ¿Las razones? Parece que el origen de ellas son varias y hoy vamos a simplificarlas. La competitividad es una de las principales teorías que se barajan. Se conduce como se vive, dicen. Aunque sea un error, es habitual conducir como compitiendo, con los riesgos que ello conlleva para nuestra integridad física. Otro de los enemigos que convierten personas en energúmenos al volante es la ansiedad. En ocasiones las personas sienten ciertos nervios al volante, quizás por miedo a accidentes, y esto provoca un pronto estrés y una violencia innecesaria y casi inmediata. En esta línea de causas, y como una de las más graciosas, los expertos hablan de ‘violencia vial’: el coche es nuestra casa y en él hablamos y decimos lo que nos da la real gana. La rabia, ira y la angustia sale a florecer mientras tenemos nuestra vida en juego. ¿Vale la pena? Para otros, sin embargo, es fácil culpar al resto de las causas del tráfico: nóveles, mujeres y ancianos suelen ser los principales colectivos que ‘encienden’ a conductores intolerantes. Más allá de las causas, desde Autoescuela Weyler creemos que, lo primordial, es ponerle remedio. Para empezar, recordando lo que aprendimos en las clases prácticas y no incumpliendo normas. Con esto nos referimos a...
Uno de cada cuatro conductores se distrae al volante con la tecnología
No hay duda. El móvil se ha convertido uno de los mayores peligros cuando vamos al volante. Y es que, según un estudio del RACE, el 25% de los españoles utiliza apartos tecnológicos mientras conduce. ¡Una auténtica locura! Ya lo viene advirtiendo la Dirección General de Tráfico los últimos años: España es el país del mundo con más smartphone y los españoles a veces nos olvidamos que, mientras conducimos, no debemos utilizarlo. Por ello, desde Autoescuela Weyler educamos y recordamos que no existe llamada ni mensaje que no pueda esperar cuando es tu vida y la de los viandantes la que corre peligro real. Datos contrastados de la DGT afirman que las distracciones provocan el 30% de los accidentes de tráfico; con sus heridos, muertos y demás consecuencias. Leer un whatsapp, buscar un número de teléfono en la agenda, buscar una dirección… Son actos comunes que pueden tener resultados lamentables si nuestra acción principal es conducir. Desde un simple susto hasta la muerte. Las sanciones económicas, la pérdida de puntos del carnet o la retirada del mismo son solo daños colaterales si al final salvamos nuestra vida por ir mandando un mensaje que, con total seguridad, puede enviarse 15 minutos más tarde. Prisas: malas consejeras Actos tan simples como activar el navegador antes de salir, parar dos minutos si tenemos que atender una llamada importante o avisar cuando ya hemos llegado a casa de nuestro amigo para recogerle son pequeñas acciones que no nos robarán demasiado tiempo y pondrán a salvo nuestra vida. ¿Que te pierdes? Pues buscas un lugar donde parar y redirigir el navegador. ¿Qué tienes hambre? Te...
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