


8 claves para circular bien en las rotondas
Con la “vuelta al cole”, al trabajo, a las gestiones urgentes, repartos de mercancías y demás, las ciudades grandes y las no tan grades se colapsan a horas punta. Las rotondas, para aquellas personas que no lo sepan, están hechas para mejorar la fluidez del tráfico en las intersecciones, por lo que, normalmente, confluyen hacia una rotonda, al menos, dos o tres carriles. Hemos de decir que, conforme aumenta el tráfico rodado en las rotondas, también lo hacen los accidentes, tanto dentro como a las salidas de la misma. A continuación, les daremos las claves para evitar los choques en las rotondas. Evitar las maniobras peligrosas Muchos conductores aprovechan el ensanchamiento de la vía para realizar adelantamientos peligrosos, por lo que, lo mejor, es evitarlos. Prioridad En las rotondas no hay muchas dudas, salvo que se indique lo contrario, la prioridad es del vehículo que la ocupa, es decir, del que ya circula dentro de ella. En este caso, no es aplicado la normativa de prioridad del tráfico que circula por la derecha. Asimismo, no se debe cortar la trayectoria de un vehículo que circula por la rotonda con una incorporación precipitada. Uso correcto de los carriles El carril exterior se usa para salir de la rotonda, los interiores, para seguir circulando por ella. En ningún caso es correcto utilizar una salida desde el/los carriles interiores. La excepción se encuentra en las rotondas guiadas, ya que las líneas continuas guían el tráfico. Vehículos especiales A menudo, los vehículos de grandes dimensiones que circulan por la rotonda nos impiden tener una visión amplia de la circulación. Lo correcto sería esperar...
Cómo conducir más seguro por la noche
Aunque parezca que no hay diferencia entre conducir de día o de noche, la verdad es que nada más lejos de la realidad. Conducir de noche, aunque tengamos las referencias de los demás coches por su iluminación y, en los cruces, te puedas guiar por la presencia de los faros de otros vehículos, es más peligroso y la visión se reduce considerablemente. Nuestro campo visual no es tan amplio, la interpretación de las señales de tráfico es más lenta y la fatiga al volante aparece muy rápido. Para mejorar la seguridad al volante durante las horas nocturnas, es preciso que sigan estos pequeños y sencillos consejos. Adaptar la velocidad de conducción a las condiciones de visibilidad de la vía. Es preciso tener un campo visual amplio ya que, si por ejemplo, conducimos cerca de un poblado y un vehículo se nos va a cruzar y no tiene las luces puestas, aparte de no verlo, se puede convertir en una situación muy peligrosa. Puedes cambiar de las luces de cruce (cortas) a las luces de carretera (largas) siempre y cuando no deslumbremos a otros vehículos, bien se acerquen de frente a nosotros o se hallen delante. Otra manera es evitar los deslumbramientos, no ya de los otros coches, sino del alumbrado público y de las señales de tráfico. Para evitar esta situación, puedes conducir guiándote por la línea blanca que delimita la vía por la parte derecha y, si es preciso, realizarte pruebas oculares. Las luces del interior del coche, siempre apagadas, ya que reducen la visión de la calzada, las señales y el alumbrado convencional. A no ser que...
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