¿Cómo funcionan los radares anti-frenazos?

¿Cómo funcionan los radares anti-frenazos?

Uno de cada tres de los accidentes mortales registrados en España se debe a una velocidad inadecuada o excesiva. Cabe mencionar aquí que, por ejemplo, los agentes de tráfico pueden multarte por llevar una velocidad anormalmente reducida, es decir, si el vehículo que utilizas y la vía por la que transitas te permiten llevar una velocidad dentro de los parámetros normales y circulas por debajo del límite inferior permitido, puedes ser sancionado y, lo que es más grave, provocar un accidente mortal. Los radares anti-frenazos se están probando ante la necesidad de reducir los accidentes a causa de la velocidad excesiva y, con el fin de localizar a aquellos conductores que, por norma, frenan ante la aparición de un radar (poniendo en peligro la fluidez de la circulación y pudiendo ocasionar un choque por alcance), para luego reanudar la marcha a una velocidad nuevamente, no recomendada. Ahora bien, ¿cómo funcionan los radares que está poniendo en marcha la Dirección General de Tráfico? El mecanismo es sencillo, ya que, “en lugar de colocar el dispositivo después del radar fijo, se coloca unos metros antes del punto de control. De esta manera, el radar registrará la velocidad real a la que circula un vehículo, sin que haya frenado previamente para adecuarse a las indicaciones de la vía”. Este sistema se va a extender por alrededor de 1.500 tramos (unos 25.000 kilómetros de carretera) etiquetados como peligrosos, para reducir la mortalidad y mejorar la seguridad de todos los usuarios de la vía. Los conductores se pueden encontrar, entre todos los tramos que estarán controlados por radares, con varios tipos que se diferencian...
¿Qué debes saber antes de arrancar un coche prestado?

¿Qué debes saber antes de arrancar un coche prestado?

Cada día pueden surgir múltiples circunstancias para que un conductor pida prestado un coche a un familiar o una persona de confianza. Las más comunes serían el hijo novel que quiere coger el coche familiar, cuando vamos de viaje, conducir un rato para reducir el cansancio de nuestro compañero o compañera de viaje, etc. Lo realmente importante es tener en cuenta varias observaciones en el supuesto caso de sufrir un siniestro y las posteriores gestiones con el seguro. La pregunta más común que se hacen los conductores a la hora de coger un vehículo ajeno es si están cubiertos, por la póliza del seguro, y no somos titulares ni aparecemos como conductores habituales del coche. En este sentido, la respuesta a la cuestión no es nada fácil y, mucho menos, obvia. Si tienes un accidente con un coche ajeno en el cual no apareces en la póliza, la última palabra la tiene la aseguradora y el contrato que haya sido firmado. Es cierto que ningún conductor estaría en descubierto ante un siniestro, pero depende de unas condiciones específicas de los seguros, las cuales, en términos generales,  les detallo a continuación. Que el conductor tenga al menos la misma edad o superior que la persona que aparece en la póliza del seguro. Que tenga más años de permiso de conducir que el conductor habitual. Con más de dos años de carnet. Si por ejemplo, te sacas el carnet y un familiar quiere prestarte el vehículo de forma permanente, para poder estar cubierto al 100% debes aparecer en la póliza del seguro, con lo que, la aseguradora, en su política de...
Sueño, alcohol y sus peligros al volante

Sueño, alcohol y sus peligros al volante

A veces, las circunstancias de la vida te hacen coger el coche con síntomas de cansancio, fatiga o sueño. Si llevas dos noches durmiendo poco e, igualmente, tienes que ir al trabajo, los síntomas de cansancio hacen que ponerse al volante sea un peligro. Un caso más grave es si conduces bajo los efectos del alcohol. No ser consciente de los peligros que conlleva esta acción, con toda la información que manejamos, tanto a través de las redes sociales como en los medios de comunicación, además de las sanciones, no solo económicas sino penales, suman gravedad a la acción. Aunque no llegues a quedarte dormido al volante, cosa que sería sumamente peligrosa, durante el trayecto pierdes todo contacto visual con los demás vehículos, además de no procesar convenientemente las señales que van apareciendo durante la conducción. Asimismo, la velocidad de reacción disminuye sobremanera, por lo que, si se nos cruza una persona en una calle o hay un frenazo repentino delante de nuestro coche, el accidente está al 90 % asegurado. Cuando tenemos sueño, los ojos son más sensibles a la luz, volviéndose muy molesta la luz que genera el sol e impidiendo mantener toda la concentración en la carretera. Bajo los efectos del alcohol los peligros son diferentes pero con el mismo resultado. Cuando conducimos bajo los efectos del alcohol, la velocidad de reacción se reduce, no tenemos conciencia del espacio, tanto de frente como hacia los lados, creyendo que los obstáculos están más cerca de lo que realmente se encuentran. Además, en diversas situaciones, llevados por la euforia, la autoconfianza se incrementa, produciendo una falsa sensación de...

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