Obtener el carnet de conducir suele ser muy estresante, sobretodo en el momento de examinarnos, tanto de la parte teórica, como de la práctica y, por mucho que les aconsejemos de que permanezcan tranquilos y confiando en lo que saben, siempre suelen aparecer los nervios.
Ahora les vamos a dar seis consejos para superar con éxito la barrera entre coger mucho transporte público o disfrutar de la libertad de movimiento que te da un vehículo.
- Poner atención a las preguntas trampa
En la parte teórica, los errores más comunes se dan en las denominadas “preguntas trampa”, es decir, aquellas cuestiones en las cuales, un “siempre” o un “depende de las circunstancias del tráfico” decantar un fallo o un acierto. Para evitarlas, es mejor no saberse los test de memoria, sino pensar cada respuesta de manera razonada.
Otro fallo común suele aparecer cuando nos hablan del tiempo de reacción cuando consumimos alcohol. La respuesta común es que disminuye, pero es un error, el tiempo de reacción aumenta ya que tardamos más en reaccionar y recorremos más metros.
- Razonar todas las respuestas y eliminar la absurda
Muchas veces, leemos la primera respuesta y nos parece la correcta, con lo que podemos cometer un error muy importante por no leer todas las respuestas. Un truco para no quedarnos a medias es, ante la duda, descartar la respuesta absurda y centrarse en las otras.
- No aprenderse los test de memoria
Un error común cuando empezamos a estudiar la teoría, y lo que todos los veteranos nos dicen es: “Haz test y te los terminas aprendiendo”, pero esto es un gran error, porque según la DGT, quieren introducir preguntas en vídeo en los exámenes para responder qué hacer en dicha situación. Lo que se pretende conseguir es asimilar los conceptos y no escupirlos en un examen para luego olvidarnos a los dos días.
- Tener la teoría presente durante las prácticas
Parecen dos cosas diferentes o, mejor dicho, que una puede aprenderse sin la otra, pero nada más lejos de la realidad. Durante las prácticas, la teoría debe estar presente en todo momento, ya que la resolución de muchas circunstancias en la carretera está en los conceptos teóricos. Luego, con la práctica, la teoría parece una cosa lógica, pero aconsejamos ir a las prácticas bien descansados y con ganas de aprender.
- Ángulos muertos, la asignatura pendiente
Durante las primeras prácticas, los alumnos están muy pendientes de lo que pasa delante suyo, les cuesta mucho mirar los retrovisores y muchos se pasan de carril sin mirar. Nosotros les aconsejamos mirar de manera exagerada para todos lados, incluso girar un poco la cabeza por si algún coche se nos colocó en “ángulo muerto”. Durante el examen práctico, no mirar supone una falta eliminatoria, con lo que, mejor mirar hacia los lados siempre, aunque no vayamos a cambiarnos de carril.
- El embrague, pisarlo menos
Muchos alumnos, por medio a no cambiar a tiempo, llevan más tiempo del necesario el embrague pisado, con lo que es más fácil perder el control del vehículo. Si vemos un semáforo rojo a unos 100 metros, lo mejor es ir reduciendo las marchas para luego frenar el coche y, por último, pisar el embrague. Recuerden que, mientras se examinan, que se “cale” el coche no es una falta, si supone un suspenso, con lo que, si te pasa, no te pongas de los nervios, aguántalo hasta que vibre y acelera muy suavemente.
Con estos seis consejos, queríamos recordarles que todos hemos pasado por los mismos malos momentos y que, en el examen práctico hay que intentar controlar los nervios para no cometer errores tontos por no fijarnos. Por último, a la hora de aparcar en un examen, no elijan un sitio pequeño. A ser posible, dejen espacio para maniobrar y si a la primera no entra, sácalo y en el siguiente intento te saldrá genial.
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