Con la subida de las temperaturas, nuestro organismo sufre cambios que no todos llevamos de la mejor manera, pero que hay que tener en cuenta. Pues en nuestro coche sucede lo mismo, hay ciertos elementos que se desgastan con más facilidad y que incluso se deterioran con el calor.
Les vamos a presentar cómo hacer que esto no suceda o que las consecuencias sean menores para el vehículo y nuestro bolsillo.
- Neumáticos
Es el elemento del coche que está en constante contacto con el asfalto, por lo que es lógico que se recalienten y pierdan el dibujo con más facilidad. Es importante mantener una presión adecuada y vigilar que no estén deteriorados cuando vayamos a hacer grandes desplazamientos, o en el caso Tenerife, desplazarnos continuamente a la playa buscando relax.
- Aire acondicionado y refrigeración
El sistema de refrigeración es el que mantiene la temperatura del motor a niveles adecuados, evitando así que se caliente en demasía.
En el caso del aire acondicionado, se puede estropear si lo ponemos continuamente a la máxima potencia, por lo que recomendamos que, una vez subido al coche, abrir las ventanas traseras y dejar que el vehículo coja una temperatura adecuada. Cuando esto suceda, ya podríamos encender el aire a niveles normales.
- Motor
Con altas temperaturas, el coche puede consumir un 18% más de combustible y, además, perder potencia, por lo que debemos vigilar la temperatura del coche, la cual se indica en el cuadro de mandos. Cuando el coche alcanza altas temperaturas, los cilindros no llevan aire suficiente al motor para que queme combustible, por lo que se acaba quemando si no lo atajamos a tiempo.
- Frenos
Los frenos se calientan más de lo normal en la estación veraniega, por lo que, siendo el elemento de seguridad más importante del coche, deberíamos vigilarlo sobre todo en verano.
- Pintura
La pérdida de brillo de la pintura es una realidad, haga o no calor, pero la exposición prolongada en las horas centrales del día hace que se deteriore más rápidamente cuando las temperaturas son elevadas.
Con el conocimiento de cuáles son los elementos que se deterioran más fácilmente con el calor, podemos prevenir los efectos adversos, y, con la utilización de los trucos que les hemos propuesto, evitarnos sustos innecesarios.
Comentarios recientes