Puede parecer una pregunta propia de la ciencia – ficción, pero se viene trabajando hace mucho tiempo en la confección de una red de trazado que reúna las mejores condiciones de seguridad y comodidad en la conducción.
Para los coches que conducimos hoy en día, más veloces, más potentes, más seguros, hay algunos casos que se acercan a “la carretera perfecta”.

• Para poder describir el ideal de perfección de la calzada, habría, primero, que descartar aquellas carreteras que son más peligrosas. Aquí tendríamos que nombrar a las carreteras convencionales, que suponen el 90% del trazado total de la red en España. Esta proporción de carreteras recoge entre el 75 y el 80 por ciento de las víctimas mortales.
La peligrosidad de las carreteras convencionales se debe a las siguientes características:
• Para adelantar, es necesario invadir el carril contrario
• Las intersecciones se realizan al mismo nivel, por lo que, en numerosas ocasiones, se corta la trayectoria del coche que circula por la vía con prioridad y, en un pequeño despiste, puede haber un siniestro.
• Trazados antiguos y curvas cerradasdescarga
• Tramos montañosos, baja visibilidad y calzadas estrechas
Estas condiciones hacen que las carreteras convencionales sean un nido de accidentes, donde se concentra alrededor del 40% del tráfico nacional y que las administraciones correspondientes no conservan de la manera que deberían.
Por otra parte, la carretera perfecta podría asemejarse a las autopistas de peaje, las cuales están diseñadas para una menor congestión, mantener la velocidad constante durante más tiempo.
Las características de las autopistas de peaje que la acercan a la perfección son:
• Mejor diseño de los servicios colindantes, vías de incorporación más largas, menos curvas, menor número de desniveles y pocos cambios de rasante.
• Mejor conservación. La empresa concesionaria realiza trabajos de reparación con más frecuencia, teniendo así menor cantidad de grietas, más adherencia y mejor iluminación.
• Condiciones de asistencia. Las autopistas de peaje tienen mejores condiciones de acceso en caso de avería o siniestro.
Para concluir de alguna manera este artículo, es preciso preguntarnos hasta qué punto las carreteras con diseños más seguros son “más seguras” para los conductores.
Es cierto que, cuanto más segura se presupone que es la carretera, los conductores toman un mayor número de riesgos innecesarios al volante, con maniobras impropias y peligrosas. Una carretera, por lo tanto, se tornaría menos segura si la mayoría de sus usuarios no respetan las normas de circulación o, la misma, no se adapta a las condiciones del tráfico. Por ejemplo, si una autopista “muy segura” se congestiona, pero tienes prisa y quieres ir a 120 km/h, obviamente, no nos estamos adaptando a las condiciones de la vía, siendo el siniestro, cuestión de tiempo y provocando más congestión.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies