Es muy común: usar el coche de un familiar o de la pareja, es lo más frecuente en España. Pero, ¿tenemos que cumplir algunos requisitos? ¿Lo que estamos haciendo es legal? La DGT nos saca de dudas.

Para empezar, si es tu caso, no te asustes. Es más frecuente de lo que creemos que un coche esté registrado a nombre de un particular o una empresa y lo conduzca otra persona; ocurre a cada instante en nuestro país. Y es legal.

Por eso, para que no haya problema, existe la figura del conductor habitual, un elemento administrativo que permite registrar al usuario del vehículo –no propietario- en los ficheros de la Dirección General de Tráfico.

Que aparezcas en esos ficheros es imprescindible ya que, ante cualquier incidente que ocurra con el coche, la DGT contactará con la persona correcta.

¿Por qué es importante?

Imagina que conduces un vehículo que tu padre ya no utiliza y un radar te sanciona por ir demasiado rápido. Si no te has registrado como conductor habitual, la multa llegará a tu padre y, en función de la gravedad, le quitarán los puntos correspondientes.

Sin embargo, si ya apareces tú en los ficheros de tráfico, puedes notificarlo por la propia app móvil de la DGT y evitarle el mal trago al propietario. Esta acción también puedes realizarla por la sede electrónica.

Por acciones como esta, es importantísimo que, si eres conductor habitual en vez de propietario, exista constancia de ello.

El único requisito para realizar este registro es que utilices el vehículo en períodos continuados superiores a 30 días, además de contar con el consentimiento expreso del que va a ser conductor habitual. El proceso tiene efecto inmediato.

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