Ahorramos cuando vamos a hacer la compra, cuando nos sacamos el carnet y cuando elegimos un coche nuevo o de segunda mano. En cada aspecto de nuestra vida tratamos de ahorrar sin que eso merme la calidad del objeto o servicio que vamos a utilizar. ¿Por qué no hacer lo mismo con el combustible de nuestro vehículo? Está en nuestra mano, ¡o en nuestro pie derecho!
Para empezar, debe ayudarnos el coche. El tamaño y el motor determinarán el combustible que vamos a gastar. Las propias marcas indican el consumo aproximado de cada uno, pero es mejor investigar por nuestro propio pie. La variedad del mercado nos ayudará a no equivocarnos.
Por otra parte, tú también eres importante. Tu conducción puede cambiar entre un 30 y un 50% el gasto de combustible. Y no, no todo es ir despacito. La anticipación, elegir el carril adecuado, no pegarse al camión que vas a adelantar, levantar el pie con antelación a la curva… todo ayudará.
En esta línea y en autopista, también es importante controlar las aceleraciones en falso que se producen cuando un carril parece despejarse. Elegir con suerte la fila rápida del peaje te ayudará a ahorrar más que ir 20km/h más deprisa, ya que el tiempo que se gana es prácticamente el mismo.
Es importante asimismo apostar por combustibles de calidad, ya que harán menos daño al motor, reduciendo la suciedad y sus posteriores limpiezas, con el consecuente coste. Según la petrolera BP, un depósito limpio puede cundir hasta 56 km más con un carburante superior.
Controlar la carga que llevas en el maletero te ayudará asimismo a no despilfarrar. ¿Por qué? Todo el peso que acumulemos en el vehículo será carga que hará que gastemos más. ¿Cuánto hace que tienes las mantas para el Teide y cuánto tiempo vas a tardar en volverlas a usar? Sustitúyelas ya por la toalla, ¡pero no cargues ambas!
A nivel de mecánica, aquellos aceites que a priori son caros, nos pueden resultar baratos, sobre todo en motores diésel. Lo mismo ocurre con un mantenimiento continuo y adecuado. El filtro del aire, la presión de los neumáticos… Todo esto afectará no solo al consumo, sino a tu seguridad. ¡Contrólalo!
Usar un navegador GPS que te avise del camino más rápido y los atascos, no abusar del aire acondicionado o apostar por programas de fidelización de las gasolineras son otras de las medidas que puedes tomar si no quieres que tu bolsillo se resienta.
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