Alguna vez habrás oído a alguien decir que se bloqua delante del volante. No es algo pasajero; se trata de amaxofobia, un miedo que provoca ansiedad y hace que dejes de conducir.
Y es que no es una broma; en España, el 22% de los conductores sufre ansiedad al conducir, muchos de los cuales acaban dejando de coger el coche para evitar desajustes nerviosos. Esta enfermedad, la amoxofobia, condiciona el día a día y las condiciones de vida de muchas personas. Por suerte, como la mayoría de las fobias, tiene solución.
¿Qué es y cuáles son sus causas?
Partamos de su definición, que afirma que se trata de una «fobia específica de carácter situacional que se produce antes y durante la conducción, y que puede afectar a otros niveles. No se trata únicamente de una desconfianza a la conducción propia, sino que puede estar motivada por el temor a los comportamientos de otros conductores”, explica el psicólogo especialista en la materia Ignacio Calvo.
Las causas pueden ser varias y pueden ir desde el simple hecho de que no te guste conducir hasta el miedo a que una enfermedad nos achaque y nos imposibilite hacerlo en condiciones. Es por ello por lo que expertos aseguran que no se trata sólo de una enfermedad que nace a raíz de algún accidente, como hasta ahora se ha falsamente comentado. Habitualmente, es la combinación de múltiples factores la que nos acaba generando esta ansiedad
Yo, que conduzco habitualmente, ¿la puedo sufrir?
Ninguno estamos libres de que, en alguna ocasión, nos llegue. El perfil general son mujeres de más de 40 años, aunque son muchos los hombres que también la padecen. En el inicio, suele manifestarse siempre buscando alternativas al coche con cientos de excusas, a la larga, esto deriva en olvido de cómo se conduce y máxima ansiedad en las ocasiones en las que ocurre
Creo que la tengo, ¿la puedo superar?
Como todas las fobias del mundo, ¡tiene solución!. La psicología, en este caso, juega un gran papel. La mente es la causante del problema y será con ella con quien tengamos que trabajar para que no llegue a mayores. Desterrar miedos, utilizar técnicas de relajación y un plan de enfrentamiento gradual son los pasos prioritarios. En este último, son las prácticas de reciclaje una gran ayuda que nos ayuda a recuperar la confianza en nosotros mismos.
Con ellas, ese miedo irracional que hace que nuestro coche sea un enemigo se revierte y la amaxofobia, desaparece.
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