¿Por qué no apruebo el examen práctico (VII)?

¿Por qué no apruebo el examen práctico (VII)?

En lo que a consejos para el examen práctico se refiere, las Navidades nos han tenido fuera de juego. Pero no pasa nada, ya estamos de vuelta para descubrirte los capítulos que nos quedan de por qué no apruebas tu examen práctico de conducir. Señales verticales: Es fallo leve incumplir la señal de velocidad máxima, excediendo en más de 10 km/h y hasta 20km/h la velocidad establecida. Lo mismo ocurre si no seguimos la dirección indicada por no observar una señal. Corremos más peligro, el de falta deficiente, si no hacemos uso de la preferencia que nos otorga una señal, obstaculizando. Si nos pasamos más de 20km/h la velocidad máxima permitida, también será una falta ‘amarilla’. Obstaculizar a los peatones en las vías señalizadas como calle residencial o Zona a 30 y no dejar pasar a los animales en las cañadas debidamente señalizadas también  resultará deficiente. Constituirán una falta deficiente el incumplir el mando de preferencia en los ceda el paso, el stop o la prioridad en sentido contrario.  También será eliminatorio saltarse una señal de circulación o entrada prohibida. Si no obedeces las restricciones de paso,  excedes la velocidad en más de 30 km/h o invades los carriles reservados para guaguas, estarás suspendido. Señales viales: –          Marcas blancas longitudinales Será LEVE circular sobre líneas longitudinales discontinuas, mientras que se considerará deficiente atravesar o circular una continua que separa carriles del mismo sentido. Si son discontinuas pero obstaculizamos, también será amarilla. En este sentido, se considerará eliminatoria circular parcial o totalmente por la izquierda de una o dos líneas continuas que separan sentidos opuestos o atravesar las mismas. –          Marcas...
¿Nos estamos olvidando de conducir?

¿Nos estamos olvidando de conducir?

Cada día son más los aparatos y utensilios que nos facilitan la conducción. La tecnología, a la vanguardia también en el sector automovilístico, nos hace la vida más fácil. Pero, ¿y si nos estamos olvidando de conducir? Nosotros, profesores de autoescuela y profesionales del sector desde hace ya algunos años, quizás no lo notamos tanto. Enseñamos a conducir como siempre. Precaución, atención y previsión. Que no se nos escape nada, pues en la carretera, no estamos solos. Son otros conductores, viandantes y ciclistas los seres con los que compartimos espacio y el respeto, es lo principal. Pero, ¿qué pasa cuando los alumnos abandonan nuestras instalaciones? ¿Cuánto les dura lo aprendido? Incluso gente que lleva años al frente de un vehículo, ¿sabe realmente conducir?. No, no nos referimos a las manías adquiridas con el paso de los años. Esas, las tenemos todos. En los últimos tiempos la tecnología ha avanzado tanto que, próximamente, los coches autónomos nos llevarán de paseo mientras leemos o dormimos. ¿Y si falla?. Otro de los retos a los que nos enfrentamos es a sobrevivir al síndrome del sensor de aparcamiento. Profe, ¿para que voy a saber aparcar si el coche de mi padre tiene una camarita?. El problema viene cuando, por circunstancias diversas, nos vemos en un coche de los de toda la vida, en los que tenemos que saber, sin imagen más que la real, cómo aparcar. Sin dar golpitos a nadie, sin un pitido que nos avise. Y eso, se está olvidando. Lo mismo ocurre con los faros automáticos, que se encienden a la hora de entrar en un túnel, restando quizás el lado más...
4 razones para regalar el carnet de conducir esta Navidad

4 razones para regalar el carnet de conducir esta Navidad

Muchas veces, en Navidad, hablamos de ese ‘comprar por comprar’ que nos caracteriza. Compras de ropa, a última hora, o bolsos que sabemos que jamás saldrán del fondo del armario. Desde las asociaciones de consumidores se pide recurrir a la compra útil, y, ¿se te ocurre algo más útil que el carnet de conducir?. Por eso, hoy queremos cuatro razones que te harán replantearte tu regalo. – Lo usará: Si hay algo que va a usar el destinatario de tu regalo, es el carnet de conducir. Tanto, que lo usará durante toda la vida. Como les hemos contado en otras ocasiones, estamos de hablando de un regalo que es una total inversión; no para un año ni para dos. El carnet de conducir es para siempre. Si lo ayudas con dicha inversión, ¡estará eternamente agradecido!. – Le ayudas a dar el paso: Desde Autoescuela Weyler, acostumbrados a trabajar con alumnos de muchos tipos, nos hemos dado cuenta que muchas veces es más el no tomar la iniciativa que la falta de poder adquisitivo. Regalando un bono de matrícula + prácticas estás dándole a ese ser querido el empujoncito que le faltaba para decidirse. ¡Ayúdalo! – Su propósito, cumplido desde el primer momento: Con el año nuevo nos llenamos de ideas y propósitos pero, ¿Cuándo mejor para empezar que según se acaben las Fiestas?. – Tenemos ofertas increíbles: Y es que, para que tu bolsillo no se resienta, hemos preparado el #packREYES, que contiene lo esencial para que tu ser querido se inicie en el mundo de la conducción. Además, puedes decantarte por alguno de nuestros packs habituales: desde 10...
Manías que nos van a dejar sin coche

Manías que nos van a dejar sin coche

Ya te has sacado el carnet y, con la experiencia, vas adquiriendo manías que tu coche, de aquí a un tiempo, va a lamentar. Porque nunca es tarde para corregirlas, ¡lee atento!. La vida de tu medio de transporte está en juego. Aunque todos tenemos manías y vicios al conducir, la mayoría de ellos son perjudiciales. Unos afectan a la seguridad vial y otros, al propio coche, al que sin querer ‘maltratamos’ con acciones diarias. Por ello, hoy te contamos unas pocas cosas a evitar que le darán un respiro a tu coche. ¡Manos arriba!. Ya te lo decimos en la autoescuela; las manos, en el volante. Y es que, además de por seguridad, debemos tenerlas ahí para evitar estropear nuestra palanca de cambios. Al dejarla apoyada en la famosa bolita, estamos forzando los sincronizadores y reduciendo su tiempo de vida. Estos son unos pequeños ‘embragues individuales’ que contiene cada marcha. ¿Mejor dejarlos quietos, no?. Además, estamos hablando de una avería bastante cara. El reposapiés, además de un nombre, tiene una función. Entonces, ¿por qué te empeñas en que tu pie izquierdo viva en el embrague?. Ni ‘al límite’ cuando vamos circulando ni pisado a fondo en los semáforos. Descánsalo y evita, además de problemas mecánicos, tensiones corporales. ¿Bajadas en punto muerto? Nunca. Hace mucho tiempo se extendió el mito: para ahorrar combustible hay que poner el punto  muerto en las bajadas. Más allá del peligro que supone para la seguridad ir con el coche sin marchas, es un grave atentado para tu vehículo si consta de caja de cambios automática. Los resaltos o ‘guardias muertos’, con paciencia. Aunque...
¿Por qué no apruebo el examen práctico (VI)?

¿Por qué no apruebo el examen práctico (VI)?

Volvemos a la carga con nuestros capítulos de «¿Por qué no apruebo el examen práctico?». En esta sexta edición nos centraremos en las señales y su obediencia. ¿Quién o qué tiene preferencia?¿Qué supone no respetarlo cuando no estamos examinando? ¡Descúbrelo con nosotros!. Obediencia de las señales Agentes: Cometerás un fallo leve al demorar la reanudación de la marcha o al detenerte cuando un agente indique vía libre, mientras que si obstaculizas en alguna de estas acciones, será deficiente. Se considerará eliminatorio si no respetamos u obedecemos sus indicaciones cuando impliquen una detención. Señalización variable: si nos encontramos alguna señalización circunstancial que modifica el régimen normal de utilización de la vía, debemos tener cuidado: su incumplimiento puede derivar en falta leve, eliminatoria o deficiente en función de su gravedad y peligro. Balizamiento: si rebasamos una barrera o semibarrera móvil en movimiento, tendremos un fallo leve, pero si lo hacemos causando peligro, será eliminatorio. También es falta roja no respetar los dispositivos de barrera. Semáforos: En los semáforos suele aprobar o suspender mucha gente. Atento porque te desgranamos los fallos según su categoría. Faltas leves son detenerse o no reanudar la marcha ante un semáforo con una franja blanca vertical u oblicua, cuando las circunstancias lo permitan, así como detenerse sin necesidad, o no reanudar la marcha ante un semáforo en intervalo verde o en amarillo intermitente cuando las circunstancias lo permitan y no moderar la velocidad ante una luz amarilla intermitente, o dos luces amarillas alternativamente intermitentes. Si no queremos conseguir una deficiente, debemos evitar: -Detenernos o no reanudar la marcha ante un semáforo con una franja blanca vertical u oblicua,...
Dejar de conducir: diez razones médicas para hacerlo

Dejar de conducir: diez razones médicas para hacerlo

A menudo, les contamos infinitas razones para sacarse el carnet. Calidad de vida, comodidad, independencia. Pero llega un momento en el que tenerlo es más un peligro que un acierto. Y sí, nos referimos a cuestiones médicas que nos lo impiden. Aunque habitualmente asistimos a la polémica de si hay una edad límite para conducir, lo cierto es que las aptitudes al volante dependen más de nuestro estado de salud que de la cifra de años que marca nuestro DNI. Y es que existen ciertas patologías o enfermedades que nos pueden limitar o perjudicar, siendo estas incompatibles  con ponernos al volante. Te contamos hoy diez con las que has de replantearte si eres una buena opción para el manejo de tu vehículo.  Enfermedades neurológicas como la esquizofrenia la epilepsia o la narcolepsia.  Enfermedades neurodegenerativas como el parkinson, el alzheimer, la esclerosis o la atrofia muscular. Recuerda siempre que, además de ponerse en peligro el conductor que las sufre, estamos poniendo en peligro al resto de viandantes.  Enfermedades de la vista que no pueden ser compensados con gafas, lentillas o cirugía. En ocasiones, la miopía, la degeneración macular, las cataratas o la diplolía no pueden ser solucionados acudiendo a la óptica. En estos casos, mejor no arriesgarnos.  Enfermedades circulatorias, como cardiomiopatías, hipertensión grave o arritmias. Afecciones en el aparato respiratorio, como insuficiencia, asma crónica severa o disnea.  Enfermedades que afectan al equilibrio y a la coordinación, pues nos pueden desestabilizar de forma permanente. Lo mismo ocurre con las convulsiones. Enfermedades paralizantes de los miembros superiores, sin posibilidad de ser compensadas con prótesis o adaptaciones del medio de transporte. Enfermedades mentales...

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