Imagínate que vas por la autopista, a una velocidad moderada (como debería ser), en torno a los 100 km por hora. También vas respetando la distancia de seguridad y, de repente, el vehículo de delante frena y, al pisar el freno, éstos se bloquean.
La intuición natural es pisarlo a fondo, propiciando el bloqueo, por lo que el primer consejo que les damos es, aunque parezca ilógico, no pisarlo a fondo, sino levantar el pie del pedal y hacer como si estuviéramos inflando una colchoneta con una bomba de aire.
¿Por qué?
Al soltar el pedal del freno cuando se bloqueó, eliminas la presión sobre los discos y, repitiendo la operación, eliminarás el bloqueo y podrás maniobrar el vehículo para evitar males mayores y que el coche patine.
Por otra parte se preguntarán, ¿y el sistema ABS?.
El sistema ABS o sistema de frenos antibloqueo, por sus siglas en inglés, evita que los frenos se bloqueen cuando se produce una frenada de manera repentina. Si tu coche va equipado con el sistema ABS, sentirás una vibración en el pedal, por lo que el sistema actúa bombeando los frenos de manera automática, liberando así la rueda que permanece bloqueada, pudiendo controlar el vehículo de manera más segura.
Como siempre, recomendamos, bien se disponga del sistema ABS como si no, conducir de manera que no haga falta frenar de manera repentina, guardando la correspondiente distancia de seguridad y reduciendo las marchas conforme nos acerquemos a semáforos y pasos de peatones.
Comentarios recientes