Son muchos los padres (y adolescentes) que se preguntan cómo va a ser el protocolo de vuelta a las aulas. A esto se le añaden, de manera obvia, el desplazamiento, ya que muchos alumnos y alumnas utilizan a diario el transporte escolar, es decir, el medio en el que van todos juntos, de todas las edades, con un contacto casi directo.
Con respecto al transporte particular, sería recomendable que cada alumno tuviera su propio gel que, al ser recogido en el centro escolar por un familiar, se lo aplique en sus manos. Luego, el vehículo debería ser desinfectado, en aquellas zonas en las que viajó, más que nada porque, en caso de urgencia o traslado de una persona mayor u otra circunstancia, se podría contraer la enfermedad y ser peor el remedio que la enfermedad.
Otro tema, y más profundo, sería el mencionado transporte escolar, donde el uso de mascarilla tiene que ser obligatorio (bien puesta) y la desinfección del autobús (guagua), aplicada a diario. Además de esta medida, los asientos deberían ser siempre los mismos para cada usuario así como la toma de temperatura diaria, tanto al acceder al vehículo como al abandonarlo.
Estas consideraciones, llevarían una larga discusión en lo relacionado al tiempo del recorrido, las horas de espera de los alumnos, la mayor exposición dentro de la guagua y derivados, etc. Pero lo que nos ocupa es lo que piensan hacer en las distintas Comunidades Autónomas con respecto a este tema.
Propuestas, según la Comunidad, las hay de todos los tipos. Desde la que los niños se sienten en sitios contiguos dependiendo del grupo estable de contacto, es decir, de aquellos que estén en la misma clase, hasta las que se establece un control estricto de lavado de manos, colocación de mascarillas, entradas y salidas de la guagua siempre fijas y el tipo de mascarilla de deberán usar dependiendo del rango de edad.
Más opciones
Otra alternativa que se está estudiando es la implantación de los transportes alternativos. Se debería fomentar, desde las instituciones y en aquellas regiones que, por su orografía, sea factible el uso de medios de transporte como bicicletas y a pie, así como por su climatología.
Está claro que no todas las personas tienen matriculados a sus hijos en los centros más cercanos al hogar de convivencia, ya que por horarios laborales, proximidad de recogida de familiares y circunstancias varias, se tiene que tomar una decisión que equilibre la balanza entre el horario laboral y el escolar.
No obstante, sería recomendable cambiar la concepción, tanto a nivel estructural en cuanto a la conciliación laboral-familiar, como a nivel de mejorar el funcionamiento de la educación para con los trabajadores del futuro.
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