En muchas ocasiones, a causa de los quehaceres diarios, el ritmo de trabajo, las preocupaciones, los niños y demás circunstancias, podemos incurrir en despistes momentáneos, que la mayoría de las veces no son importantes, pero que, en un momento dado, te pueden cambiar la vida.
En 2018 en España fallecieron 1.180 personas en accidente de tráfico y hubo 4.515 heridos que necesitaron hospitalización. Según la DGT, más de una tercera parte de estos accidentes se produjeron por distracciones de los conductores al volante.
Para poder explicar cómo evitar las distracciones mientras conducimos, es necesario, en primer lugar, clasificar los tipos de distracciones que existen.
• Distracciones visuales. Sencillamente, se da cuando el conductor desvía la vista de la carretera.
• Distracciones manuales. Aquí, el conductor pierde el contacto con el volante o altera la posición de las manos sobre el mismo.
• Distracciones cognitivas. Cuando la atención y concentración del conductor se centra en cuestiones que son ajenas a la conducción.
Una vez desgranada la tipología de las distracciones, ahora se nos hace más sencillo saber cómo evitarlas.
En cuanto a las distracciones visuales, lo lógico es no apartar la vista de la calzada, mirar de vez en cuando por los retrovisores laterales y el frontal (es recomendable hacerlo cada 30 segundos), no poner atención a algún tipo de accidente que esté fuera de nuestro alcance de poder ayudar o socorrer y, sobre todo, si viajas con niños y ocurre alguna urgencia, primero detener el vehículo en un lugar seguro y luego resolver el problema.
Con respecto a las distracciones manuales, siempre hay que tener en cuenta lo que nos enseñaron en la autoescuela el primer día de prácticas, que es depositar las dos manos sobre el volante. Es necesario recordar que no debemos usar ningún dispositivo móvil, manipular el navegador, sintonizar la radio ni cualquier tipo de distracción que implique usar las manos para su manejo.
Por último, y no menos importante, tenemos las distracciones cognitivas. Es preciso señalar que son las más difíciles de controlar, incluso por parte del pasajero, por motivos obvios. Nosotros recomendamos, siempre que sea posible, que si no estamos preparados para poner nuestra atención al volante, es decir, emplear los cinco sentidos en la carretera, hacer uso de una alternativa de desplazamiento.
Para concluir este post de hoy, queremos concienciar de la importancia que tiene el cumplimiento de las reglas del tráfico por parte de todos los conductores, ya que una simple distracción, puede conllevar consecuencias graves propias, y ajenas.
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