Las razones por las que alguien puede invertir su tiempo y su dinero en obtener el permiso de conducir y no volver a usarlo son muchas, pero hay algunas que se repiten: la falta de coche, la comodidad de que otros conduzcan por ti, el coste de mantener un vehículo, la falta de confianza de las personas que te acompañan o la inseguridad por haber pasado mucho tiempo sin conducir. Ese respeto se puede convertir en auténtico miedo, especialmente si ha habido alguna situación de riesgo o un accidente de por medio.

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Al miedo patológico a conducir se le conoce como amaxofobia. Es diagnosticable y hay psicólogos que ayudan a su tratamiento.

Sea cual sea el motivo, con el paso de los años, al cambiar sus circunstancias personales, estos conductores que no conducen sientan la necesidad y/o motivación de volver a conducir. Cuando llegue ese momento, es muy importante que te pongas en contacto con un profesional de la formación vial, será el que mejor te asesore y te ayude, para tu vuelta a la carretera.

Son varios los puntos que deberá abordar contigo, pues debe conocer de primera mano cuáles son los motivos que te han llevado a esa situación y así poder ayudarte de la mejor forma, y si sufres amaxofobia, será recomendable tratarlo antes de ponerte a manos del vehículo.

También será conveniente que el profesor verifique el estado de los conocimientos que tienes sobre normas, sobre uso de las infraestructuras y sobre manejo de vehículos, para conseguir que la vuelta a la carretera sea segura. Las diferencias normativas entre el momento en que obtuviste tu permiso respecto al momento actual pueden ser más o menos sencillas de acometer, quizá existan diferencias en algunas infraestructuras y desde luego será importante comentarte cómo han evolucionado los vehículos en este tiempo, haciendo hincapié en los sistemas de seguridad que incorporan ahora.

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No todas las personas se adaptan rápido a los cambios o aprenden al mismo tiempo.

Hay que tener en cuenta que, por razones de edad, no sólo los reflejos son más lentos en un conductor mayor en comparación a un conductor joven, sino que las dificultades para calcular velocidades y distancias pueden ser mayores cuanto más compleja es la situación del tráfico. Además, los cambios de ritmo de circulación (por ejemplo, una incorporación a una autovía) y los puntos donde es precisa una toma de decisiones ágil (por ejemplo, en una rotonda concurrida) son escenarios donde sí se ha pasado tiempo sin conducir puedes encontrar mayores dificultades, por lo que sólo deberían abordarse cuando estés realmente preparado para resolver estas situaciones tipo con seguridad.

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