Muchas veces nos preguntamos si merece la pena incluir a un conductor novel en nuestra póliza de seguros, ya que la frecuencia con la que va a utilizar nuestro vehículo es muy baja. Además, suele ser frecuente que lo cojan los fines de semana, y es precisamente estos días, cuando más controles hay.
La ley, a este respecto, es muy clara, diciendo que, si el vehículo va a ser conducido, aunque sea de manera ocasional por varias personas, deberán figurar todos los posibles conductores en la póliza.
Además de ser obligados a incluir a los hijos en la póliza del seguro, sabemos que aumenta dicha cuota, ya que son los conductores noveles con hasta dos años de experiencia y menores de 25 los que sufren mayor número de accidentes.
La mayoría de las aseguradoras tienden a recomendarte que incluyas a terceros conductores en la póliza (cosa normal), pero hay que diferenciar entre conductor habitual y conductor ocasional. El habitual es el que coge el coche con asiduidad, casi a diario, y el ocasional sería aquel que te lo pide prestado un día cada cierto tiempo. En este sentido, las aseguradoras establecen restricciones en cuanto al conductor habitual, como por ejemplo que no tengan menos de 25 años o menos de dos años de experiencia. Esto quiere decir que, en caso de accidente, si el conductor al volante es el habitual y reúne las condiciones antes citadas, es lo más probable que, de los costes del accidente, te ocupes de la totalidad, y no la aseguradora.
¿Qué hacer?
Nosotros siempre recomendamos atenerse a la legalidad, ya que por muy bien que conduzca nuestro hijo o amigo, no estás solo en la carretera y un segundo de despiste lo puede tener cualquiera. Por lo tanto, es mejor incluir a nuestros hijos en la póliza, que arriesgarse a sufrir cualquier golpe y hacernos cargo de una elevada cifra de dinero.
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