Nos lo planteamos pocas veces, pero la posibilidad de que prestemos nuestro coche a alguien y esa persona cometa una infracción, es más común de lo que creemos. Desde saltarse los límites de velocidad hasta provocar un accidente de tráfico con heridos: ¿qué ocurre si quien conduce no es el dueño del coche? De cara a este puente, lo descubrimos.
Lo primero que debes saber es que es el infractor quien debe hacerse cargo de sus imprudencias en la carretera. Para esto, si las autoridades no han identificado personalmente al conductor, es el dueño del vehículo quien debe dar parte a la Dirección General de Tráfico (DGT).
A partir de ese momento, la DGT se pondrá en contacto con el propietario del coche para pedir que aporte el DNI y domicilio de la persona que conducía en el momento de los hechos.
Por suerte, a día de hoy, no se trata de un proceso tedioso que conlleva varias cartas, sino que podrás, mediante la plataforma web de tráfico, cargar los datos del infractor. Para ello necesitarás aportar tanto el número de expediente como el código de identificación que mandan junto a la multa.
También, si lo prefieres, podrás hacer este proceso de manera presencial, en cualquier Jefatura u Oficina de tráfico, pero siempre con cita previa.
Es importante que sepas, como propietario del vehículo, que es tu responsabilidad proceder a esa identificación, ya que, en caso de eludirla, se te impondrá una sanción grave.
Una vez recibas la notificación, tienes 20 días naturales para presentar, de manera gratuita, esta alegación e identificación de la persona que debe ser correctamente sancionada.
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