La mayoría de las personas mayores de edad y, por tanto, aptas para conducir un vehículo, disponen de uno, ya sea propio, prestado temporalmente, puntualmente o heredado de hermanos o padres.
El coche lo utilizamos para todo, desde ir a hacer la compra, hasta pasear los fines de semana, pasando por acudir al lugar de trabajo, hacer actividades de ocio, etc.
Pasamos mucho tiempo en la carretera y, cuanto más tiempo estamos circulando, más probabilidades tendremos de sufrir algún percance. Esas probabilidades se pueden reducir si realizamos una conducción preventiva, respetamos todas las normas de seguridad vial, hacemos un mantenimiento periódico adecuado del coche y vamos atentos a lo que acontece con los demás usuarios de la vía, pero hay un peligro que no se ve, que resulta invisible, y es el viento.
El viento está entre las tres causas que más accidentes provoca en la época invernal, por detrás de la lluvia y la niebla. También puede aparecer en cualquier momento y, si vamos conduciendo con las ventanillas cerradas, apenas lo notaremos, pudiendo ocasionarnos un siniestro de considerada gravedad.
¿Cuáles son los peligros del viento?
• Si el viento sopla desde la izquierda y nos cruzamos con otro vehículo, se da un efecto empuje que, de repente se interrumpe, con lo que el vehículo tiende a irse hacia la izquierda y, luego, de manera muy brusca, hacia la derecha.
• Si el viento sopla desde la derecha se produce una especie de efecto aspiradora, es decir, a la hora de adelantar a un vehículo más pesado, el coche es “aspirado” por el hueco de aire que hay entre el vehículo pesado y tú, para luego, una vez que es adelantado, despedir el coche hacia la izquierda de manera muy brusca.
Esto pasa también a la hora de rebasar una montaña, un edificio o cualquier objeto contundente que corte la corriente de aire.
¿Qué hacer para evitar un accidente con viento?
Lo primero de todo es aminorar la velocidad y sujetar el volante con firmeza, para así poder tener mayor tiempo de reacción. Si lo normal es que vayamos en quinta marcha por una autopista, se recomienda hacerlo a una marcha menor para que el motor responda más rápidamente.
Evitar, por todos los medios, realizar movimientos bruscos y no dar bandazos, sujetando el volante con más fuerza de la normal.
Si en el momento de soplar el viento dudas mucho y te bloqueas, ve aminorando la velocidad y para en un sitio seguro con los cuatro intermitentes hasta que te sientas mejor.
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