Leer el prospecto de los medicamentos es comparable a leer y aceptar los términos y condiciones de cualquier página web, casi nadie lo hace. Esta conducta puede afectar gravemente a la salud del paciente, pero también a la de los demás.
Según el informe del Sistema Nacional de Salud, de los quince medicamentos más vendidos en España en 2015, seis pueden afectar a la conducción y manejo de maquinaria. Se trata de tres benzodiacepinas y dos analgésicos. El gran desconocimiento de la sociedad al respecto supone un gran riesgo, ya que en la carretera está en juego la seguridad de todos.
Los tipos de medicamentos que más efectos producen en la conducción son, por un lado los sicotrópicos, recetados para combatir la ansiedad, el insomnio o la depresión, entre otros. Estos fármacos producen pérdida de reflejos y de concentración. Por otro lado, encontramos los fármacos activadores, esencialmente derivados de las anfetaminas, produciendo en el paciente un exceso de euforia o agresividad nada conveniente al volante.
El colectivo farmacéutico ha expresado su preocupación al respecto y se han planteado varias soluciones, como un etiquetado llamativo en el envase de este tipo de medicamentos, ya que el método del prospecto no parece demasiado efectivo. Pero la solución más mencionada ha sido la labor de concienciación a cargo de los profesionales del sector. Si los farmacéuticos empiezan a hacer mas hincapié en los peligros de estos fármacos, quizá se logre una mayor penetración del mensaje en los usuarios.
Top 6 de fármacos que afectan a la conducción
– Metamizol Sódico: analgésico y antipirético indicado para tratar el dolor y la fiebre. Una dosis normal no debería afectar a la conducción, pero sí en grandes cantidades.
– Lorazepam: ansiolítico destinado a tratar la ansiedad, trastornos del sueño, insomnio o hiperemotividad. Produce somnolencia, cansancio, mareos, visión borrosa, excitación y lentitud de reacciones.
– Metformina: se receta a pacientes con diabetes tipo 2 para controlar la cantidad azúcar en sangre. En combinación con otros medicamentos puede producir hipoglucemia y sus síntomas asociados (visión doble o borrosa, agresividad, confusión…).
– Tramadol: un potente analgésico central para tratar el dolor leve o moderado. Los analgésicos opioides pueden reducir la capacidad mental y física de realizar algunas tareas, entre ellas conducir. Sus efectos secundarios son principalmente somnolencia, mareos o alteraciones visuales.
– Alprazolam: indicado para la ansiedad generalizada y asociada a la depresión. Determinadas dosis pueden producir somnolencia, disminución de la capacidad de reacción o amnesia.
– Lormetazepam: hipnótico destinado a tratar el insomnio. Puede producir amnesia a corto plazo, agitación, agresividad o delirios.
La acción de los medicamentos se puede potenciar si se combina con el consumo de alcohol, cuyos efectos perjudiciales al volante ya conocemos. Si tomas cualquiera de estos medicamentos u otro diferente, es vital que revises el apartado de efectos secundarios en el prospecto y, si no
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