La conducción preventiva es vital para salvar vidas. Para ello, debemos dominar el arte de la observación; en palabras de la DGT, un conductor observador, siempre tendrá la ventaja a la hora de anticiparse a los imprevistos.
Por eso, hoy vamos a contarte las claves para que te conviertas en uno de ellos y evites, en la medida de lo posible, los sustos en la carretera.
Presta atención
Puede parecer obvio, pero es que, ¡se nos olvida! Olvida móviles y otro tipo de distracciones que te impidan concentrarte en la conducción. Es necesario mantener la vista en lo que está pasando a nuestro alrededor; se trata de una información muy valiosa para adaptar la conducción.
Esto, además, debe ir acompañado de una óptima distancia de seguridad con el vehículo que nos precede, ya que nos permitirá reaccionar en caso de problemas.
No olvides los retrovisores
En ocasiones, cuando salimos de la autoescuela, nos olvidamos de que los retrovisores son un elemento más de seguridad. Mirarlos de manera frecuente, pero breve, es importante para estar al tanto de lo que ocurre a nuestro alrededor. Es más importante aún en vías muy transitadas.
Para disminuir los ángulos muertos, si nuestro coche no cuenta con asistentes electrónicos a la conducción, un leve giro de cabeza nos puede ayudar.
¿En qué situaciones una buena observación marca la diferencia?
- Adelantamientos
Antes de adelantar, en vías de doble sentido, es vital observar hacia delante y hacia atrás, por los retrovisores interior e izquierdo. Recuerda no volver a la derecha hasta que vea, por el espejo derecho e interior, el coche sobrepasado en su totalidad.
- Incorporaciones
Si vas a cambiar de carril o a incorporarte en otra vía, es necesario asegurarse que no hay otros vehículos en el espacio al que queremos entrar. Hay que tener especial cuidado, en estas circunstancias, con los ya mentados ángulos muertos.
- Rotondas o glorietas
Es uno de los lugares donde, habitualmente, ocurren más accidentes de tráfico. Cuando circules por el carril exterior, vigila por el retrovisor izquierdo si algún vehículo intenta salir. Es cierto que, según el Reglamento de Circulación, si lo hace estará mal, pero verlo te permitirá pararte y evitarás una colisión innecesaria.
- Intersecciones complicadas
Haz los stop y los semáforos en rojo, como un stop: parando totalmente el vehículo para observar si alguien se aproxima. En los giros, es importante además cerciorarse de que nadie viene de frente o no hay ningún peatón por la vía.
- Pasos de peatones
Anticípate a los pasos de peatones y, desde que los veas, aminora un poco la marcha. Con un barrido visual debes cerciorarte que no haya nadie por la zona. Si algún obstáculo reduce tu visibilidad, ve más despacio para pasar a una velocidad que no contemple riesgo de atropello.
- Bajarte del coche
En ocasiones, nos bajamos tan rápido del coche, que nos olvidamos que por la calle puede estar pasando otro vehículo, una bicicleta, un ciclista o un peatón. Recuerda siempre comprobarlo para evitar accidentes.
Sistemas de asistencia
Hoy en día, muchos nuevos vehículos ya vienen adaptados para ayudarnos a mejorar nuestra observación. Estos asistentes a la conducción (ADAS), utilizan cámaras y radares que nos dan información de lo que está pasando fuera del vehículo.
Para ello, cuentan con cámaras delanteras instaladas en el parabrisas, que son capaces de detectar objetos y determinar distancias, reconocer peatones, ciclistas y espacios vacíos y, también, señales de tráfico y marcas viales.
Las cámaras traseras son perfectas para el estacionamiento, ya que dan una visión total del espacio disponible, mientras que los detectores de ángulo muerto (cámaras o sensores de ultrasonidos), detectan la presencia de otros vehículos y alertan al conductor para que no gire, adelante o se incorpore.
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